La termoplastia bronquial es una técnica reciente e innovadora para el tratamiento endoscópico del asma grave en pacientes adultos. Su eficacia parece indiscutible, al igual que su tolerancia, si bien es cierto que sus complicaciones no son desdeñables. De ahí la precaución que requiere tanto en la selección de pacientes como en su uso.
En las exacerbaciones graves, el asma grave puede provocar la muerte. El paciente asmático tendrá una función respiratoria alterada, inflamación de las vías respiratorias, obstrucción permanente de las vías respiratorias, etc. Por eso los glucorticoides ayudan a veces a los pacientes asmáticos a mejorar sus diversos síntomas. Pero la principal característica del asma grave, que afecta aproximadamente al 5% de los asmáticos, es que los corticoesteroides inhalados sólo tienen un efecto mínimo sobre ella.
Fisiopatología del asma grave
Los bronquios de los asmáticos graves presentan numerosas alteraciones que también se denominan “remodelación”. Estos incluyen hipertrofia e hipoplasia del músculo liso localizada en los bronquios segmentarios; hipersecreción de moco, fragmentación de las fibras de elastina, fibrosis subepitelial, almacenamiento de fibroblastos y miofibroblastos, etc. Son estas anomalías las que provocan el engrosamiento del revestimiento y la reducción del tamaño de los bronquios, y las que dan lugar al aspecto grave y crónico del asma.
Tratamiento con termoplastia bronquial
La termoplastia bronquial consiste en administrar energía térmica de 65 °C en las paredes de las vías respiratorias. Un cirujano introduce un fibroscopio o broncoscopio con un catéter en los pulmones del paciente, o más bien en los bronquios. Con la ayuda del generador de frecuencia conectado, el catéter generará calor en las paredes respiratorias y reducirá así la hipertrofia del músculo liso bronquial. Se tratan bronquios de entre 3 y 10 mm de diámetro. La radiofrecuencia se activa cada 5 minutos, son necesarias 3 sesiones para un tratamiento completo del asma grave.
Necesidad de seguimiento
Sin embargo, la BT o la termoplastia bronquial no están permitidas en pacientes con infecciones respiratorias, bronquiectasias o sin EPOC. Como también ocurre con la
cirugía reconstructiva
Como ocurre con la cirugía reconstructiva, la BT requiere un mayor seguimiento tras la intervención. Porque puede haber riesgo de cicatrización o daños importantes en la pared bronquial. A pesar de los resultados satisfactorios de este procedimiento, se ha observado que después de cada sesión de termoplastia bronquial se produce una cierta acentuación de los síntomas, lo que lleva a la hospitalización después de la primera sesión.