Tener un trasero grande es el sueño de casi todas las mujeres. Por eso es importante que una mujer pueda asumir el tamaño de sus nalgas, porque es más que una cuestión de aspecto físico, es también una cuestión psicológica y de confianza en sí misma. Las mujeres que se sienten acomplejadas por el tamaño de sus nalgas son más propensas a tener problemas de confianza. Hablando de ropa, algunas mujeres ya no se atreven con pantalones ajustados, faldas cortas que abrazan las nalgas, vaqueros y pequeñas faldas rectas. Otros, en cambio, no se sienten a gusto en su piel y esto afecta negativamente a sus relaciones con los demás. Por eso es tan importante que una mujer sepa lidiar con el tamaño de sus nalgas, para que pueda vivir la vida plenamente. Teniendo esto en cuenta, en este artículo responderemos a la pregunta “cómo conseguir un trasero grande”.
¿Por qué tenemos diferentes formas de nalgas?
La forma de las nalgas (planas, suaves, anchas…) depende de varios factores como la genética, los efectos del paso del tiempo (flacidez de la piel), malos hábitos alimentarios, variaciones importantes de peso, causas hormonales y constitucionales. Pero sea cual sea la forma de sus glúteos, pequeños o planos, es posible tener unos glúteos turgentes y bien formados siguiendo una dieta adecuada y practicando una actividad física regular, pero cuando estas soluciones no parecen dar resultados convincentes o cuando se desea un resultado rápido, es posible recurrir a la cirugía plástica.
¿Cuáles son las técnicas para conseguir un trasero grande?
Las mujeres acomplejadas por sus nalgas no tienen una vida social satisfactoria. Ya no se atreven a llevar determinadas prendas (vaqueros, faldas o vestidos que abrazan las nalgas, bañadores, etc.) a riesgo de parecer ridículas. Las nalgas pequeñas o planas no son demasiado atractivas para el sexo opuesto, ya que a los hombres también les atraen las mujeres con unas nalgas turgentes y bien formadas, lo que resulta muy atractivo, sobre todo porque las nalgas son consideradas por algunas mujeres como un órgano de seducción y sensualidad.
Para conseguir un trasero grande, existen varias soluciones como :
- Una alimentación adaptada: Es posible aumentar el volumen de los glúteos gracias a una alimentación adaptada como el consumo de alimentos ricos en proteínas (pescados grasos como el atún, el salmón, el arenque, etc.). Se sabe que la proteína fortalece los músculos y el pescado la contiene en abundancia. Centrarse en alimentos como la quinoa, la carne magra, los huevos, la pasta, el kiwi, etc., ayudará a desarrollar el tejido muscular y a hinchar los glúteos.
Por otra parte, una buena dieta no sirve de nada si no se combina con actividad física o ejercicio.
- Actividad deportiva: Los glúteos están formados por el glúteo mayor (el músculo más potente del cuerpo humano), el glúteo medio y el glúteo menor. Por lo tanto, es importante trabajar los músculos de los glúteos para tener unas nalgas redondeadas y bien formadas. Entre ellas se incluyen las sentadillas y las estocadas.
Para hacer sentadillas (con peso, por ejemplo), basta con separar los pies a la anchura de los hombros y colocar los glúteos hacia atrás. Coges el peso con las manos y dejas caer los brazos por el cuerpo. A continuación, haz sentadillas con los pies en un ángulo de 90° respecto al cuerpo. Por último, descienda manteniendo este ángulo de 90°, mantenga la posición durante unos segundos y levántese utilizando los músculos de los glúteos.
Para hacer estocadas, simplemente ponte de pie, adelanta una pierna y dóblala en un ángulo de 90° mientras bajas la pierna de atrás hasta que la rodilla esté cerca del suelo.
Pero cuando el ejercicio adecuado y una buena dieta no parecen funcionar o no dan resultados convincentes, se puede recurrir a la cirugía estética, ya sea implantando glúteos para aumentar su volumen o inyectando grasa autóloga en los glúteos para aumentar su volumen.
La inyección de grasa autóloga o lipofilling es una técnica menos invasiva y no requiere la introducción de un cuerpo extraño en el organismo, por lo que no existe riesgo de rechazo. El único problema de esta técnica es que el paciente debe tener una cantidad suficiente de grasa.
En resumen, tenga paciencia a la hora de elegir ejercicios y dietas y solicite siempre asesoramiento médico antes de intentar nada.